martes, 15 de septiembre de 2020

MIS DISCULPAS

Ante todo, pido disculpas por mi falta de atención a este Blog, ya que hace un año que no actualizo la información. Empezaré por el final. Hoy soy una mamá inmensamente feliz de una niña de 8 meses (cumplidos de ayer), sana, perfecta y maravillosa. Y ahora volvamos hacia atrás en el tiempo, hasta hace un año, donde me quedé… 

Viví el resto de mi embarazo con todas las inseguridades y temores propios de alguien que ha perdido muchos bebés en el camino. Me fui sobreponiendo a mi mente, a mis miedos y a todos los obstáculos que me fui encontrando por el camino. Nunca superé la Ansiedad bestial que sentía ante cada ecografía, pero aprendí a convivir con ella. Y eso que todo fueron buenas noticias en cada una de ellas. Fui acumulando un montón de síntomas físicos distintos que no había experimentado nunca, y que aunque no fueron graves ninguno de ellos, me pusieron un poquito difícil el embarazo: tensión alta, ciática, síndrome de Quervain, varices vulvares, piernas inquietas, retención de líquidos, acidez estomacal, colesterol alto y azúcar. Emocionalmente, fue ganando terreno la felicidad a la tensión, y hoy miro hacia atrás y recuerdo un embarazo, sobre todo, lleno de alegría, ilusión y disfrute de mi cuerpo, de mi tripa, de sentir moverse a mi hija (llegaron tarde las patadas, hacia la semana 23-24, pero llegaron!). Tengo documentado en fotos y vídeos mucha parte del embarazo, sobre todo hacia el final, donde yo ya me sentía más segura con su evolución. Recuerdo especialmente la ecografía de la semana 33, donde el Doctor Millet me comentó que si Ángela naciese, ya tendría muchas probabilidades de sobrevivir. Ese día me hice un millón de fotos. Y aunque no haya escrito en este diario, sí he llevado un registro del embarazo durante todos los días, y escribía cada mañana sobre cosas relacionadas con lo que estaba viviendo. Quizá lo recopile y elabore una continuación de este diario de forma más reducida, contando cómo fue cada día. No sé, ya lo pensaré, depende del tiempo que pueda disponer, que ahora mismo es muy poco. De momento, voy a dejar subido este resumen, porque habéis sido muchas las personas que me habéis escrito por privado para saber cómo había quedado todo, y creo que os lo debo. No sé si terminará aquí el Blog o continuaré haciendo resúmenes de mi vida como madre, ya que yo lo empecé para documentar mi proceso de Embarazo y Reproducción Asistida, y ese camino ya ha llegado a su fin. No volveré a recorrerlo nunca más, entre otras cosas, porque he acabado sin útero ni trompas (ya contaré eso en otro momento…). 

Mi hija nació el día 14 de Enero, Martes, a través de una cesárea programada, a las 20:36 de la tarde. Ese día fue inolvidable y lo grabé todo en vídeo desde que me levanté hasta el final del día ya en la habitación con Ángela en mis brazos mamando (o intentándolo!, la lactancia ha sido una de mis torturas de la maternidad). Todo transcurrió aparentemente bien, yo me encontraba muy dolorida, pero tan feliz que me daba igual. Mi hija era perfecta, no le faltaba de nada, y lo único es que nació con el peso un poco justito (2680g), y con el paso de los días todavía fue perdiendo más porque a mí no me subía la leche y comía muy poquito, de manera que salimos del Hospital con un peso por debajo de los 2500g (2430g), y ahí empezaron nuestras preocupaciones con este tema. Pero ella estaba bien, y yo también. Todos los problemas vinieron después, a los 10 días de haber dado a luz. Pero eso, en otro Post.

lunes, 16 de septiembre de 2019

ME CUESTA TOMAR CONCIENCIA


Hasta que no me he empezado a ver tripa de embarazada, me ha costado mucho tomar conciencia de estarlo. Aún se resiste mi mente a pensar a largo plazo, a imaginarme con una niña en brazos. Algo en mi cabeza, que no sé qué es (sentido común, miedo, intuición…), me protege todo el tiempo de tener estas visiones y dejarme llevar e idealizar esos momentos tan deseados. Voy mucho más al día, rogando simplemente que no se detenga su desarrollo y que avancen las semanas. Veo y siento amenazas en todas partes y ante cada pequeño signo que no entiendo o que me descoloca. Por ejemplo, me sigue atormentando no notarla a estas alturas (hoy estoy de 21+3 semanas), y acabo dudando si es que no tendrá algún tipo de parálisis corporal. Tengo un flujo súper abundante y anaranjado y acabo dudando si es que no será que estoy perdiendo líquido amniótico. Y todo el tiempo cosas de este estilo. Me da hasta vergüenza preguntar a los médicos, porque cuando me escucho a mí misma desde fuera, siento que sueno a paranoica.

De hecho, casi no he escrito en este diario. Siempre pienso: vale, cuando ya esté más clara la situación y sea más seguro el embarazo, ya me pongo a escribir y a analizar mi cabeza y todo lo que estoy viviendo, desde la tranquilidad. Pero la sensación de seguridad en el embarazo no aparece en ningún momento, y yo voy retrasando la escritura y el pararme a pensar.

No pasa ni un día en el que no tenga presente mi historia de infertilidad, no pasa ni un día sin que recuerde de dónde vengo y todo lo que he pasado hasta llegar hasta aquí, y pienso mucho sobre cómo me sentía hace tan solo unos pocos meses. Esas cosas no se olvidan. Y yo todavía no consigo recordarlo sin dolor.

Leo con cierta envidia a diferentes chicas que también han tenido su paso por la infertilidad y que aseguran estar bien y haber aprendido mucho gracias a ella, y envidio lo bien reconciliadas que están con el pasado que les ha tocado vivir. Y yo aún me siento bastante alejada de este punto. No sé de qué manera han podido llegar tan rápido a estas conclusiones y a esta paz interior con este tema, yo no puedo. Y no me considero para nada una persona con falta de recursos psicológicos, pero también conozco mis tiempos y la manera en la que yo podría superar todo esto no es tan “fácil” ni tan “rápida”. Quizá mi mente sea más compleja en este sentido. Y quizá sea esa la clave, hay que tener una mente más simple para poder llegar antes a sentirse en paz con todo lo perdido en el camino y poder centrarse sólo en lo ganado.

En otras personas veo también un optimismo que me parece envidiable. La forma abierta, sensitiva y positiva con la que están viviendo sus embarazos “Arcoiris”. A mí me cuesta quitarme el miedo de encima. Pienso mucho estos días en Teresa Domingo, una chica a la que sigo por Instagram y que me tiene el corazón encogido en un puño. Después de un duro camino en Reproducción Asistida (como el que muchas llevamos) acaba de perder a su bebé de 20 semanas de gestación en un parto prematuro. Pienso en ella y no dejo de sentir que esa podría ser yo también en cualquier momento. O en “Nosoyunadramama”, que perdió a su niña de 28 semanas de gestación…

La inocencia con la que se viven la mayoría de embarazos es algo que nunca tendremos las que pasamos por estas cosas. Pero es que hay otro tipo de inocencia también en las que pasamos estas cosas, que yo tuve en su momento, y que ahora ya no puede darse. Y es cuando estás al principio de la Reproducción Asistida y te quedas por primera vez embarazada. Yo llevaba ya 3 abortos naturales cuando empecé y me quedé embarazada a la primera, y en ese embarazo sentía que nada podía ir mal porque estaba todo controlado por la medicina y los médicos, con refuerzo hormonal, heparina y mil controles. Son muchas las parejas que consiguen un hijo con Reproducción Asistida en poco tiempo, sólo es cuestión de hacerse unos cuantos estudios, tomar unos cuantos tratamientos, tener en cuenta una serie de medidas, un empujoncito y ya está. Así fueron los dos embarazos de mi hermana, por ejemplo. Esta es la parte FACIL de la Infertilidad y los tratamientos de Reproducción Asistida, donde aún conservas parte de esa inocencia y afrontas mejor los embarazos porque todo va sobre ruedas y lo difícil ya está pasado. Pero a mí también se me perdió esa inocencia. A mí me tocó pasar por dos abortos más y por tres intentos fallidos, con su consiguiente desgaste, desesperación, rotura del alma y ruina económica. Y a la fuerza aprendes que no puedes encarar estas cosas con inocencia y optimismo, porque NUNCA SE SABE.

Así que así estoy viviendo yo este embarazo. Mentiría si aseguro que es así de chungo y negativo todo el tiempo. Vale, a ratitos me permito soñar levemente. Pero algo tira siempre de mí hacia abajo y me recuerda que con los pies en la tierra estaré más protegida.

miércoles, 21 de agosto de 2019

SIGO EMBARAZADA Y SE LLAMA ANGELA


Tengo que decirme tanto que “estoy embarazada”, que acaba pareciendo un mantra en mi cabeza, porque una parte de mí todavía se niega a creerlo y disfrutarlo. Dudo mucho que el disfrute total de este embarazo llegue en algún momento. Y es lo que hay. No quiero castigarme a mí misma por no estar consiguiendo disfrutar al 100% del embarazo porque no es justo. ¿Qué esperaba?. Sigo yendo con el alma en vilo a cada ecografía, sigo echándome a llorar frente a los médicos en cada consulta que tenemos, sigo sintiendo en muchísimos momentos que algo puede salir mal sin esperarlo, y deseando que pasen los días y las semanas rápidamente. Ya sé que esto no es disfrutar. Habrá personas (especialmente si no han pasado por esto), que crean que hacer estas cosas no es sano y que me estoy perjudicando a mí misma. PERO, yo no estoy de acuerdo. Que no es algo positivo estamos de acuerdo todos, eso no lo discuto, pero es ABSOLUTAMENTE NORMAL, y no me perjudico a mí misma al hacerlo, sino que me ayudo a pasar por esto con mis miedos e inseguridades, aceptándolos y admitiéndolos. Esto no quiere decir que no luche contra este estado, ni busque ningún recurso para calmar mi mente o buscar la racionalidad (eso sí sería perjudicarme a mí misma, y mucho!). Que nadie venga a decirnos lo que debemos pensar o lo que debemos sentir ante la infertilidad, ya sea dentro o fuera de este mundo.

Y dicho esto, de algo de lo que sí que me arrepiento un poco es de no estar confiando en Ángela y en su capacidad para luchar y sobrevivir. Ayer le decía a Goku que tenemos que intentar mejorar en esto, porque ella no nos ha dado ninguna evidencia de que algo puede estar yendo mal en ningún momento, lo ha hecho súper bien desde el principio, a su alrededor todo son buenas noticias, y no puede ser que seamos precisamente nosotros, sus padres, quienes más dudemos de que pueda llegar a conseguirlo.

Ayer tuvimos la Ecografía Doppler de las 18 semanas. Me había obsesionado unos días antes con que debería de notarla ya y sentir sus movimientos aunque sólo fuera levemente, porque además con la tripa que tengo, es lo primero que me suele preguntar todo el mundo: ¿ya la notas?. Y yo no sé preocuparme sólo un poquito, yo tiendo a obsesionarme con las cosas. Así que empecé a temer que algo no fuera bien, porque creía que ya debería de notar las dichosas burbujitas de las que todo el mundo habla, y yo no notaba nada, aunque me concentrara mucho en mi cuerpo y mis sensaciones. El miedo con el que yo acudí ayer a la Ecografía se parecía más al terror que otra cosa. Me veía volviendo a casa con el alma destrozada de nuevo, me pasé casi toda la mañana llorando y preparándome para lo peor. Pero todo está perfecto, Ángela se movía muchísimo ayer aunque yo no note nada, lo que pasa es que el médico me explicó que todavía no tiene tanta fuerza como para hacerse notar, que es posible no notar nada hasta la semana 20-22 en muchos casos, que depende del tamaño del bebé, de su fuerza, de mi útero, y de tantas variables que no es posible determinar en qué momento se empezará a notar, que puedo estar tranquila que no le pasa nada a mi bebé, y no hay por qué preocuparse.

Se llama Ángela porque es un nombre que siempre nos ha gustado y además es muy significativo para nosotros. En mi concepto de la vida y de la muerte, mis anteriores embarazos y todos mis anteriores embriones, son angelitos, aunque sea algo contrario a la religión católica, que defiende que los ángeles no son humanos ni lo han sido nunca. Pero a mí siempre me ha parecido una forma muy romántica de verlo y de tenerlos presentes en algún lugar. Y Ángela me parecía el culmen de todos ellos, por los que tanto hemos luchado (8 angelitos). A mi alrededor no conozco personalmente ninguna Ángela, así que también evito asociarla con nadie que conozca. Será la primera Ángela importante de mi vida. Será lo más bonito que voy a tener nunca…

martes, 30 de julio de 2019

LO QUE ME HE GASTADO EN REPRODUCCION ASISTIDA


No sé si me estoy precipitando o debería esperar un poco más hasta llegar hasta el final y calcular el gasto completo. Pero siempre he querido hacer esta valoración económica y ya tenía ganas. Porque a mí me hubiera gustado que alguien me diera todas estas cifras con claridad y saber a lo que me exponía. Está claro que cada caso es un mundo, y que nosotros especialmente no hemos reparado en gastos ni escatimado esfuerzos a nivel económico, lo que nos pidieran lo íbamos a dar, y hasta estudios que no hubieran sido necesarios, decidimos hacerlos por cubrirnos las espaldas. Habrá gente que se haya gastado más y gente que se haya gastado menos. Pero este ha sido mi balance a día de hoy: 51.850 euros invertidos en este sueño de ser mamá. Eso sin tener en cuenta otros muchos gastos que hemos ido soltando en el camino entre viajecitos, estancias, y cosas varias que se me quedan por ahí, porque aquí sólo he puesto lo estrictamente médico.

FECHA
CONCEPTO
GASTO
TOTAL
ABRIL 2016
Entrada Análisis Fertilidad
Análisis Hormona Antimulleriana
Consulta de diagnóstico CREA
200
95
60
355
MAYO 2016

Medicación FIV
Análisis y Fish Goku
Consulta con CREA
1200
549
60
1809
JUNIO 2016
Thromboincode
250
250
JULIO 2016

Cribado y Matching genético
Consulta con CREA
1600
60
1660
OCTUBRE 2016

Primera FIV
Medicación
DGP + Cultivo Blastocisto
6590
350
3075
10015
NOVIEMBRE 2016
Cultivo Blastocisto (1 de más)
Primera FIV (intento 2)
Medicación
255
1375
290
1920
FEBRERO 2017

Consulta con CREA
Segunda FIV
Medicación
60
4203
200
4463
JUNIO 2017

Segunda FIV (intento 2)
Medicación
1454
320
1774
AGOSTO 2017
Primera consulta Silvia Sánchez
200
200
SEPTIEMBRE 2017
Haplotipo KIR
55
55
OCTUBRE 2017

Primer Test ER-Map
Medicación
Revisión Consulta Dra. Sánchez
785
200
150
1135
DICIEMBRE 2017
Segundo Test ER-Map
Medicación
785
200
985
AÑO 2017
30 Sesiones de Acupuntura
1250
1250
AÑO 2017
SANITAS
938
938
FEBRERO 2018
Ecografías
Ginecóloga privada
Medicación
140
80
231
451
MARZO 2018
Psicóloga
Segunda FIV(intento 3)
Medicación
50
1775
414
2239
ABRIL 2018
Consulta Juana Crespo
Medicación
300
131
431
MAYO 2018
Osteópata
Consulta Juana Crespo
Medicación
75
300
154
529
JUNIO 2018
Histeroscopia quirúrgica
Medicación
1320
165
1485
JULIO 2018
Test Genético de compatibilidad
Medicación
840
139
979
AGOSTO 2018
Ecografías
Medicación
200
114
314
SEPTIEMBRE 2018
Consulta Juana Crespo
Medicación
300
245
545
OCTUBRE 2018
Ecografías
Tercera FIV (intento 1)
Medicación
200
7595
240
8035
NOVIEMBRE 2018
Histeroscopia diagnóstica
Beta
Medicación
400
30
145
575
DICIEMBRE 208
Histeroscopia diagnóstica
Medicación
400
125
525
AÑO 2018
Herboristería
430
430
AÑO 2018
Shiatsu
620
620
AÑO 2018
SANITAS
705
705
ENERO 2018
Consulta Diana Alecsandru
Consulta Juana Crespo
Ecografías
Medicación
170
300
200
135
805
MARZO 2019
Ecografías
Medicación
Tercera FIV (intento 2)
200
175
1690
2065
ABRIL 2019
Beta
Ecografía
Medicación
30
100
125
255
MAYO 2019
Tercera FIV (Intento 3)
Beta
Ecografía
Medicación
1690
30
100
225
2045
JUNIO 2019
Ecografías
Nutricionista
Medicación
200
50
340
590
JULIO 2019
Psicóloga
Medicación
Herboristería 
Consulta Diana Alecsandru 
Test Prenatal no invasivo
50
210
195
100 
550
1105
AÑO 2019
SANITAS 2019
315
315
TOTAL
51852